Podría en mis suenios crear la historia más hermosa de las historias que pudiste conocer. Podría mostrarme tal cual soy con mis tantos defectos y algunas virtudes y así llegar a quererme.
Pude querer, pude dejarme querer, pero terminó. No hay vueltas de páginas en esta historia, yo fuí quien arrancó cada hoja, cada capítulo. Es difícil mostrarte mi lado oscuro. Mostrarte que no te necesito, que no te quiero, que no me faltas. Y sin embargo lo logré, porque hoy eso es lo que crees vos de mí. Pero por el bien de los dos, fui yo la que tenía que hacer fuerza acá, secar mis lágrimas y ponerle pecho a la situación. Decir no, cuando todo mi cuerpo queria seguir. Quizás en la próxima vida, la próxima estación, nuestros cuerpos se reconozcan y puedan vivir lo que hoy no es posible.
Pronto otra acudirá, otra te llenará de besos, a otra abrazarás y tomarás de la mano. A otra le dirás te quiero. En cambio yo, siempre estaré pensando en lo que pudimos ser, sin ganas de intentar alguna historia más.
Consciente de lo que soy, de quién soy. Estoy destinada a mi eterna soledad, y en un tiempo más te veré o me enteraré que pudiste ser feliz con alguien que no soy yo.