Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener la mano y encender un alma. Uno aprende que el amor no es acostarse y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender. Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen su forma de caerse por la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que realmente puede aguantar, que no es realmente fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende, y así cada día.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad. Con el tiempo te das cuenta de que si estas con una persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabaras no deseando volver a verla. Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados y que quien no lucha por ellos tarde o temprano se vera rodeado de falsas amistades. Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en momentos de ira siguen hiriendo durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es atributo solo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, es muy probable que la amistad jamás sea igual. Con el tiempo te das cuenta que aun siendo feliz con tus amigos, lloras por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o desprecios. Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el sendero del mañana no existe. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas y forzarlas a que pasen, ocasiona que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo veras que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añoraras los que se marcharon. Con el tiempo aprenderás a perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, pues ante una tumba ya no tiene sentido.
Pero desgraciadamente, solo con el tiempo.