Yo quería que funcionara. De verdad lo quería. Muy dentro de mi sabia que teníamos muchas cosas en común y que si los dos nos lo proponíamos podíamos tener una relación maravillosa. Pero al parecer vos no pensabas lo mismo que yo. Las razones todavía siguen siendo secretas para mí. Tal vez pensaste que no tenías que explicarme nada, porque simplemente no teníamos nada. Y es cierto. No teníamos nada “oficial”, pero entonces ¿por qué creaste expectativas en mí? Eso no se hace, ¿sabias? Un hombre jamás debería darle esperanzas a una chica si en realidad no esta interesado en ir mas allá de una simple amistad. Eso se llama jugar con el corazón ajeno. Ahora probablemente dirás que vos nunca quisiste darme esperanzas. Que pensabas que era un juego. No es justo, simplemente no lo es. Porque aunque para vos era un “juego”, para mi era el nacimiento de un nueva sensación. Algo que por primera vez ponía de acuerdo a mi razón y a mi corazón. Algo que me entusiasmo de cierta manera, y me fue motivando a ser un poco mas lanzada, saliéndome de mi ser normal, para convertirme en alguien que pensaba día y noche en ti.
¿Como empezó? Nos conocimos como eramos realmente, sin mascaras, sin penas, sin ningún tipo de falsedades. O por lo menos eso fue lo que yo hice. Me mostré como en realidad era. Te dije cosas que guardaba para mí por simple pena de contarlas. Ni mis amigas lo sabían. Y te lo conté a vos, porque te fui teniendo confianza, tus palabras eran ciertas para mi, y tal vez en algún punto salían sinceras de tu parte. Eso no lo se. Tuvimos varios meses de amistad, hablabamos de todo. Me gustaban esas conversaciones. Sentía que podía reír libremente, burlarme de mi misma, hablar de cualquier cosa, estaba tranquila y eso me encantaba. Durante esas conversaciones no hacia mas que temblar y sonrojarme. Media cada una de mis palabras para que sonaran bien ante vos. No obstante cuando empezamos nuestra amistad y mis sentimientos hacia vos empezaron a nacer, supe que era algo mas. Me gustabas mas allá de tu físico, me gustabas por vos, por lo q eras en tu interior y por lo que yo era cuando estaba con vos.

Tal vez leí mal las señales, pero por favor, hagamos un recuento y volvamos a leer: Conversaciones de 3 horas. Salir solos nosotros dos. Que me besaras siempre que podias. Todos los mensajes de doble sentido que me dabas cuando conversábamos. Te conté cosas mías y te dije que habías ganado mi confianza. ¿Cómo se interpreta eso? Al parecer tu interpretación no fue igual a la mía. No soy capaz de ponerle nombre, porque no me diste tiempo de saber exactamente que era. 2 meses libres. Te llame 2 veces, te escribe varios mensajes. Tus respuestas eran cortas, concretas, y llegue a pensar que hasta obligadas. No supe que paso. Si dije o hice algo que te molestara, todavía no lo se, porque simplemente no sabia lo que pasaba. No recibía respuesta de tu parte. Y por eso te puse a prueba. Tal vez no lo sabias. Pero durante más de un mes controle mis ganas de escribirte, de hablar con vos, para saber como estabas, como estábamos. No lo hice. ¿La razón? Quería ver si a vos te interesaba saber que pasa en mi vida. Quería saber si vos te interesabas por mi, como yo lo hacia por vos. Quería saber si pensabas en mí. Nunca lo hiciste, paso un mes y no recibí nada. Y de pronto. Mi razón y mi corazón se pelearon nuevamente. Mi razón quería que te olvidara lo mas rápido posible y buscara algo en que distraerme. Mi corazón se encogía de la tristeza y quería que llorara. Entonces, simplemente entendí que por más triste que me sienta: No mereces mis lagrimas, no las mereces. Y poco a poco me hice la idea de que tengo que matar de raíz cualquier sentimiento que quiera aparecer en mi corazón. Es muy difícil y todavía no lo he logrado. Algunas veces me digo a mi misma que soy patética, realmente patética. Me pregunto porque no seré como las demás chicas y buscar a otro chico para olvidarme de vos. ¿Por qué seré tan difícil, tan complicada? ¿Por qué no dejo de pensar que el único chico que puede ganarse mi corazón sos vos? Lo único que te agradezco, eso si, es que por lo menos me hiciste sufrir menos de lo que tal vez lo hubieses hecho si hubiésemos llegado a algo donde vos no estuvieses seguro de tus sentimientos. Será agradecerte por eso, porque en realidad es lo único por lo que te puedo dar las gracias con sinceridad. Por no jugar de manera mas violenta con mi corazón. ¿Te volveré a ver? Lo mas probable es que si, no vivimos tan lejos. No será muy a menudo, pero en algún momento nos encontraremos y sabré si todavía queres jugar conmigo o esos meses de incomunicación fue como una especie de despedida a algo que nunca llego a ocurrir. Tal vez si me vuelves a ver decidas que sí quieres intentar algo conmigo. ¿Qué te diré en ese momento? No lo se en realidad. Si me lo pides ahora, lo mas probable es que acepte, todavía guardo un poco de esperanzas. Si me lo pides mucho mas adelante, pueda que te diga que no, porque tal vez ya te olvide, pero tal vez puede que te diga que si, porque no he podido sacarte de mi mente. Eso es lo malo de que me hayas gustado de manera tan fuerte, casi llegándome a enamorar, que no se cuanto me demore en olvidarte. Al parecer ganaste esa batalla, eres muy bueno olvidándote de la gente. Te felicito. Ojala tuviera yo esas posibilidades. Solo espero que la vida te ayude a entender algo: Con el corazón de una mujer no se juega. No se pueden sacar de la boca palabras que no se sienten en realidad. Por mas juego que parezca, no lo hagas, porque no sabes lo que la otra persona esta sintiendo. Yo fui tu ratoncito de laboratorio al parecer. No lo se. Tampoco creo que lo sepas, porque aunque en este momento mis sentimientos hacia a ti no son los mas positivos, tampoco te deseo mal, porque se que eres una buena persona. Lo se. Lastima que no me dejaste enseñarte que yo también lo soy y q nuestra relación hubiera podido funcionar.