Eras mi razón de existencia, pero también lo que más mal me hacía. Sólo a tu lado podría haber llenado mi vacío corazón. Solo así habría podido disfrutar de mi vida.
Nunca lograste ver por detrás de mi máscara, nunca hasta ahora. Pero ya es demasiado tarde, ¿o no? ¿Que podes hacer ahora? Absolutamente nada, aunque no haya sido intencional arruinaste mi vida. Admito que no sólo vos sos culpable, mi forma de ser fue horrible. Ya poco me importa mi ayer, tampoco me importa lo que pude haber sido hasta ayer. Solo me importó conocerte, ya que gracias a vos le encontré un porque a mi vida. Te amé hasta ayer. Y te seguiré amando en las tinieblas interminables; la oscuridad eterna. Fuiste mi vida, mi ser, mi todo, todo lo que siempre quise tener y nunca logré obtener. Lamentablemente esperé con ansias el día en que mis ojos se cerraran, para vivir en la oscuridad. Ya no quería ver la luz. Quería seguir soñando, era realmente mi única manera de ser feliz. Seguir imaginando una vida junto a vos. La que nunca pude tener. Y nunca despertar.
Siempre quise que encontraras en mis ojos todas las respuestas que no supe decir, que comprendieras todos mis pensamientos sin precisar el uso de mis palabras, que tuvieras toda la seguridad de saber que siempre y como fuera me tendrías a tu lado. Te amé. Te amé más de lo que siempre pudiste y podrás imaginar.